miércoles, 2 de febrero de 2011

La Flor de mi Secreto - Alberto Iglesias


Alberto Iglesias, uno de los pilares de la buenísima música fílmica cultivada en España, despliega para este film de Almodóvar un arsenal melodramático que dispara con balas de tango. Con una instrumentación más bien parca, basada en instrumentos de cuerda y acordeón (además de un interesante sonido de taconeo), Iglesias alude con su música al mundo interno de la protagonista, a su dolor y soledad, siempre exaltando hasta el hartazgo la emotividad, como mandan los cánones del puro melodrama.

miércoles, 19 de enero de 2011

North By Northwest - Bernard Herrmann


Me da mucho miedo hablar de Bernard Herrmann porque era un genio absoluto. Así que poco contaré acerca de la inconmensurable y impagable obra maestra que escribió para esta entretenida cinta de Hitchcock, a fin de dejar a los oyentes el inmenso placer de descubrirla. La obra abre con el tema principal, que a ritmo de fandango nos introduce en una danza obsesiva e interminable, que si bien, tras el apoteósico comienzo pierde su potente energía, prosigue en un tono más relajado pero igualmente obsesivo y marcadamente herrmanniano, una maravilla para los oídos. En diversos puntos de la obra se recobra el consabido fandango, para exacerbar la acción y el dramatismo hasta puntos casi histriónicos en momentos particularmente tensos del argumento (tales como el asesinato en las Naciones Unidas), y por supuesto, para subrayar el apasionado final.
Una creación inigualable e indispensable.


(regrabación a cargo de Joel McNeely)



martes, 18 de enero de 2011

The Ghost Writer - Alexandre Desplat


Esta es una nueva genialidad de Desplat. Quizás no tan vistosa ni tan sentida, pero si innovadora y creativa. Es una suerte de adaptación del desplatismo al film noir. La música misteriosa y amenazante emplea precisamente las sonoridades propias de este género en los obsesivos ciclos sin fin con aires minimalistas de la música del compositor, que en esta ocasión nos encierran en una cárcel de peligro continuo. La gran virtud de esta banda sonora es precisamente su capacidad para provocar la extraña incomodidad que demanda la película.




jueves, 6 de enero de 2011

Elliot Goldenthal - The Tempest


Ecléctica. Moderna. Atrevida. Enormemente interesante.
Todos esos calificativos... No pertenecen de ninguna manera a esta banda sonora. Dios santo, qué engendro. Goldenthal ha desperdiciado su talento en esta cosa. Y eso es lo que más me duele y me colma de una dolorosa decepción. Elliot Goldenthal siempre me ha parecido uno de los más eclécticos, modernos, atrevidos y enormemente interesantes compositores de hoy en día. Solo hay que escuchar sus trabajos en: Interview with the vampire (obra maestra), Frida, Michael Collins, Final Fantasy. Pero esto es un pequeño desastre. De tanta innovación que quisieron les salió una cosa absurda. Me sobran tantísimo als guitarras eléctricas... Solo se salvan un poco las canciones, llenas de un emotivo lirismo contenido.
En general emite pestilentes efluvios de pretensión.
Pero bueno. Puede escucharse un rato, incluso conviene. Y puede llegar hasta a gustar, con todo ese aire etéreo y místico, si te liberas de la sensación de artificio y fraude. Al fin y al cabo es Goldenthal,y para hacer honor a la verdad, conserva alguno de sus golpes de genio.


viernes, 17 de diciembre de 2010

The King's Speech - Alexandre Desplat


Tal como yo lo veo, Desplat se encarga de aportar un tono sobrio, elegante y mayestático, no resalta la gracia épica de le realeza, sino que invierte su influjo elegante y su faceta más delicada a recrear una suerte de "personalidad monárquica" en la música. Quizás funcione (y esto es la más absoluta conjetura) como metáfora de la fuerza interior, del verdadero poderío real que posee el desafortunado rey tartamudo, con la contraparte de su inseguridad y fragilidad.
Aunque distante y sencilla en apariencia, la música, como no podía ser de otra forma, es enigmática y sugerente. Muchos utilizarían el adjetivo ambiental. Pues bien, yo odio ese adjetivo, aunque yo mismo lo haya utilizado en alguna ocasión, a falta de otro mejor. No será este el caso. La música permanece en un nivel más superficial, digamos que su implicación está en un metanivel emocional, pretendiendo más que el oyente intuya lo que quiera intuir dentro de esos sobrios aires de grandeza y extrema fragilidad, sería como mirar al trasluz los relieves de la cara y la cruz en una moneda. Si eso significa ambiental, de acuerdo, es ambiental.
El parisino crea melodías de gran belleza y amabilidad, muy gratas al oído.



martes, 7 de diciembre de 2010

A Streetcar Named Desire - Alex North



Fue North al ponerle música al Tranvía de Williams el que introdujo el jazz en la banda sonora sinfónica. En la mítica película de Kazan, el brillante compositor  debutó con una partitura impregnada del espíritu barriobajero y sórdido de la obra de Tennessee Williams, ambientada en el más truculento Nueva Orleans en una atmósfera asfixiante y, sí, sórdida es la mejor palabra que la define, y el adjetivo más adecuado a la música del compositor.



lunes, 6 de diciembre de 2010

True Blood Season 01/Season 02 - Nathan Barr


A base de guitarra, armónica, piano y cello, instrumentos que, por cierto, él mismo toca, Nathan Barr consigue crear una atmósfera opresiva, sureña, paranormal y, sobre todo, hipnótica y fascinante. La adecuación de cada momento musical a lo que pide la serie es digna de admiración, el trabajo de Barr pasa por ser un pilar fundamental del tono general de True Blood. Romance, misterio, thriller, nostalgia, incluso ironía cómica, esta es una banda sonora completa y eficiente que hace las delicias del oyente, sumergiéndolo en un metadimensión onírica creado con acierto por Barr.